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Los ornamentos litúrgicos son aquellas vestiduras utilizadas por los sacerdotes y otros ministros de la Iglesia como hábito de calle (hábito civil), durante la Eucaristía, salidas procesionales,... También se incluyen productos textiles empleados para ornamentar los púlpitos, atriles, mesa de altar, ... y otras paños empleados durante la Eucaristía. Por ejemplo, dentro de la categoría de ornamentos parroquiales puede incorporar a su carrito de la compra paños de atril, los manteles de altar, cubre ambones, purificadores, palias marianas, manutergios, corporales, capa pluvial, estandartes, ...
Algunas de estas vestiduras y artículos religiosos, como las casullas o las estolas, son propias de los sacerdotes y se denominarán ornamentos sacerdotales. Otros de estos ornamentos religiosos pueden ser empleados por otras personas como las túnicas para monaguillos o las dalmáticas para los diáconos. La Santa Madre Iglesia establece que personas, en función de su grado jerárquico, pueden vestir cada uno de los ornamentos.
Los colores de estos accesorios litúrgicos varían en función del momento determinado dentro del año litúrgico. De esto modo, los fieles, a primera vista, pueden percibir el sentido de la celebración, procesión o misa a la que acuden. En determinadas fechas del calendario litúrgico se celebran días más solemnes como puede ser la Semana Santa o la Cuaresma (ornamentos morados mayoritariamente); o de un carácter más alegre como es la Navidad (ornamentos blancos), etc... Cada producto, y cada color, tiene una función simbólica muy importante.
Desde el origen de la religión católica, los curas y sacedotes han sido figuras veneradas en la sociedad. Siempre han tenido una importancia campital en la comunidad donde han desolvuelto su labor.
Su vestimenta ha jugado un papel importante a lo largo de la historia, sirviendo como médido de presentación hacia los demás sacerdotes y hacia los laicos. Los ornamentos religiosos, ropa de sacerdote o vestimenta de cura son un conjunto de prendas utilizadas por los sacerdotes y otras personas pertenecietnes al clero durante ceremonias y servicios religiosos. Estas vestimentas no solo cumplen una función litúrgica, sino que también reflejan la espiritualidad y el estatus del clero. La ropa de cura está cargada de un gran simbolismo.
La historia de los trajes de curas se remonta a la antigüedad. En los primeros siglos del cristianismo, los sacerdotes utilizaban túnicas largas y sencillas. Con el tiempo, estas vestimentas se fueron desarrollando y adquiriendo nuevos elementos simbólicos. Además las prendas genéricas fueron diferenciandose en diferentes familias, cada una de ellas con una carga simbólica y una funcionalidad direferente.
Con el paso de los siglos aparecieron capas publiales, paños de hombros y una serie de nuevas prendas utilizadas durante celebraciones concretas de la vida parroquial. Estos elementos representaban diferentes aspectos del ministerio clerical y se utilizaron para distinguir jerarquías dentro del clero.
La forma, confección y ornamentación de las prendas sacerdotales ha evolucionado a lo largo de la historia. En la actualidad, los trajes de curas tiene una amplia varidad de composiciones y telas, desde las más baratas como el poliéster, a las más caras como la seda; y están adornados con bordados, galones, ribetes, etc. Estos elementos decorativos realzan la belleza y solemnidad de las vestimentas.
Los trajes de curas también varían dependiendo de la ocasión y del rango jerárquico dentro de la Iglesia. Es habitual en la simbologia católica que los colores sean representativos un determinado rango dentro de la Igleasia, así, por ejemplo, el Papa suele vestir habitualmente de blanco.
Los ornamentos litúrgicos de color blanco expresan alegría, paz y luz. Por ello se utilizan durante el tiempo de Pascua y Navidad, y aquellas fiestas del Señor no relativas a su Pasión. También es utilizada en las fiestas en honor de la Santa María, de los Santos y Santas que no fueron mártires (sin derramamiento de sangre) y en las de los santos Ángeles y Arcángeles.
Además de los ornamentos para sacerdotes que cambian durante las distintas celebraciones del Año Litúrgico, hay una vestimenta que se caracteriza por su color blanco. Las albas son prendas vestidas por sacerdotes, párrocos y monaguillos. El alba es una túnica talar, que llega hasta los talones, de mangas largas y anchas. El alba blanca (o beige) sacerdotal simboliza la auto negación, la castidad y sirve como recordatorio a la persona que la viste que debe hacer buenas obras a lo largo de toda su vida. El alba litúrgica es uno de los productos que nuestros clientes añaden a su carrito de la compra con mayor frecuencia.
Los accesorios y vestimentas religiosas de dolor morado simboliza la preparación espiritual. Los ornamentos morados son prendas litúrgicas que se utilizan en los tiempos de Adviento y Cuaresma y en los actos penitenciales. El color morado es una representación de la humildad y la penitencia con la que los católicos debemos afrontar la vida y la muerte. Los ornamentos litúrgicos representan la sobriedad y el propósito de enmienda.
Los ornamentos morados están relacionados con momentos y celebraciones de carácter penitencial, de reconocimiento de los pecados y reflexión interior para valorar, en su justa medida, la esperanza de la vida eterna que nos otorgó Cristo con su Pasión Muerte y Resurrección. El primer, segundo y cuarto Domingo de Adviento, durante Cuaresma y Semana Santa, la misa por un difunto,... son algunos de los momentos en los que el sacerdote lleva casulla y estola morada. Los paños de atril suelen ser de color morado también.
El color rojo es el color de la sangre. Los ornamentos litúrgicos rojos son utilizados en las fiestas de la Pasión del Señor: Domingo de Pasión y Viernes Santo. También se suelen usar los productos religiosos de color rojo en las fiestas del Espíritu Santo y en las fiestas de los Santos y Santas mártires. También se suelen vestir casullas, cíngulos y estolas rojas en la misa de las fiestas natalicias de los Apóstoles y los Evangelistas.
Además de estos productos litúrgicos, también se suele usar el color rojo para hacer bordados vinculados con la figura de Santa María, Santa Teresita del Niño Jesús, etc. Especialmente manteles o paños de atril dedicados a la figura de la Virgen del Carmen (vestimentas marianas) o de alguna de las Santas mencionas pueden ir decorados con rosas rojas. Por ejemplo Santa Teresita del Niño Jesús lleva rosas rojas en la mano.
El color verde simboliza la esperanza. Los ornamentos litúrgicos de color verde son usados durante el tiempo ordinario, en los domingos y días en donde no se exige otro color, después de Navidad hasta Cuaresma y después de Pascua hasta el Adviento.
El conocido como Tiempo Ordinario ocupa una amplia fracción del Año Litúrgico. Durantes la misa y otras celebraciones los sacerdotes y ministros de la Iglesia suelen vestir productos de color verde.
Además, el color verde, tiene una amplia representación en los bordados y decoraciones de manteles, capa pluvial, paños de altar, palios procesionales estandartes, corporales, palio, cubre atriles, vestido, etc... El color verde suele verse en los tallos y hojas de vid bordados o estampados en los ornamentos que decoran los altares de nuestras iglesias y catedrales.
Los ornamentos litúrgicos dorados son usados en fechas de especial solemnidad como la Misa del Gallo y el Domingo de Resurrección. Las prendas de color dorado suelen ser vestidos en raras ocasiones. Especialmente las prendas de color dorado totalmente. El Papa, el Santo Padre, hace uso de casullas de color dorado cuando tiene que celebrar la apertura de grandes eventos como puede ser la Jornada Mundial de la Juventud, los Años Santos, ...
Las prendas doradas suelen ser vestimentas fabricadas con telas de gran calidad como la seda de Italia, la lana, lúrex, etc... En numerosas ocasiones se combina color dorado con blancos o otros colores. Por ejemplo, una casulla de color dorado pero con el estolón central de color blanco.
A pesar de que el color oro (el color dorado) no es muy usado como tela en la confección de prendas litúrgicas, si es un tono muy característico en los accesorios que decoran los ornamentos de misa y de salidas procesionales. Las casullas suelen llevar un ribete dorado en todo el contorno de color dorado, algunas incluso llevan una hijuela rematada en ribete. Los manteles de altar, los purificadores, paños de altar, las estolas, vestido para figuras, palio, los paños de hombros, los estandartes,... tienen bordados de color oro. Los capas pluviales normalmente están rematadas con broches o cierres de metal, flecos y bordados de color dorado. Los bordados más clásicos en color dorado son las letras JHS, los cálices, las espigas de trigo, ...
Los ornamentos religiosos azules son empleados en España el día de la Inmaculada Concepción, el ocho de Diciembre. El privilegio de vestir ornamentos de color azul fue concedido a los miembros de la Iglesia Española en el en el año 1858. Año en el que la Santa Sede acepta el dogma de la Inmaculada Concepción y reconoce extraordinaria labor que hicieron el estado, reyes e Iglesia española durante la historia defendiendo y fomentando el dogma de la Inmaculada Concepción de María.
También se suelen utilizar los ornamentos religiosos azules en otras celebraciones vinculadas con la Virgen María.
La gran calidad de las prendas textiles hace que tenga una gran belleza, pero cabe destacar las casullas marianas con estolones bordados y realizadas en telas damasco o brocadas. Son unas prendas que han alcanzado una gran popularidad entre nuestros compradores y compradoras.
El negro simboliza el duelo, el dolor. Los ornamentos religiosos de color negro suelen ser usados en las misas de difuntos. Es un color poco utilizado y suele ser reemplazado por prendas y accesorios para el altar de color morado. El color negro tradicionalmente no forma parte del juego de ornamentos básicos disponibles en una iglesia o catedral.
Normalmente, el juego de casullas, estolas, paños de atril, cíngulos, .... suele estar formado por productos de color morado, verde, blanco y morado. En menor medida, por ornamentos en color rosa y azul.
El ornamento litúrgico de color rosa es utilizado por los ministros de la Iglesia en las celebraciones litúrgicas del tercer domingo de Adviento, Gaudete, y en el cuarto domingo de Cuaresma, Laetare.
Celebrar la misa de Gaudete o Laetare empleando prendas de vestir y ornamentos para decorar el altar de color rosa es una opción que cada vez encuentra más seguidores entre los sacerdotes. El color rosado es empleado en estas dos fechas como símbolo de alegría por la proximidad de dos acontecimientos gozosos.
Por un lado, el tercer Domingo de Adviento, se celebra la alegría de la proximidad de la Navidad, del Nacimiento de Nuestro Señor Jesús. La llegada del Hijo de Dios, un año más, nos llena a todos los católicos de esperanza y regocijo. Durante el Adviento reflexionamos sobre nuestros errores y nuestros pecados para preparar el cuerpo y el alma para la llegada del Niño Jesús. La cuenta atrás que representa el Adviento se refleja en la corona de Adviento con las cuatro velas, una por cada Domingo. Existe diferentes versiones de coronas de Adviento, pero una de las más populares es la que tiene cuatro velas moradas y una vela rosa. El candela de color rosa se enciende el tercer Domingo de Adviento. Es una fecha de mayor entre la solemnidad y Reflexión de los demás días de Adviento.
El cuarto domingo de Cuaresma, Laetare, también es una fecha de gran alegría. Los ornamentos textiles que lleva el sacerdote y decoran los altares y púlpitos de las iglesias se tiñen de tonos rosados. Se acerca el Domingo de Resurrección, la Pasión de Nuestro Salvador está cerca. Cristo se va a sacrificar por el perdón de los pecados de todos los hombres y mujeres. El final de las tinieblas se aproxima, la luz del Cirio Pascual iluminará de nuevo los templos para anunciar la buena nueva.
