Virgen de Fátima | Apariciones en Portugal
Virgen de Fátima | Apariciones en Portugal
Cada año, el día 13 de Mayo, celebramos el aniversario de las aparaciones de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento de Fátima. Cada 13 de Mayo celebramos el día de la Virgen de Fátima.
En esta celebración conmemoramos el aniversario de la primera aparición de la Virgen María en la Cova de Iria a los tres niños pastores de Fátima.
El Santuario de la Virgen de Fátima todos los años se llena de peregrinos y devotos. Miles de personas que muestran su amor a nuestra madre, la Virgen María.
La Virgen María en Fátima, Portugal
La Virgen de Fátima es una de las advocaciones marianas con mayor devoción en la península ibérica, al igual que la Virgen del Carmen o la Inmaculada Concepción de María.
El 13 de Mayo es el día que eligió la Virgen María para aparecerse antes tres pastores portugueses que estaban con sus ovejas. La Virgen María eligió a tres humildes pastores para ser sus videntes, Lucía dos Santos y sus dos primos, Francisco y Jacinta Marto. Un niño y dos niñas de corta edad contemplaron la gracia divina de la Virgen María.
La Virgen se apareció en las colinas de Cova de Iría, en Fátima (Portugal). Emplazamiento en el cuál, años después, se construiría el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, más conocido como el Santuario de Fátima.
Las apariciones de Nuestra Señora en Fátima vinieron precedidas por la visita de un Ángel, conocido como el Ángel de Portugal, que preparó a los tres niños para la aparición de la Virgen María.
Primero hablaremos de las sietes apariciones de la Virgen María en Fátima: seis de ellas durante el año 1917 y la última en el año 1920.
En la segunda parte nos centraremos en las tres apariciones del Ángel de Portugal.
Apariciones en Fátima, la primera aparición de la Virgen en Fátima (13 de Mayo de 1917)
El día 13 de Mayo de 1917, los tres pastores de Fátima, Lucía, Francisco y Jacinta, como muchos otros días, llevaron las ovejas a pastar a pastos muy próximos a Fátima, a una zona conocida como la Cova de Iria.
Lucía, la mayor, tenía 10 años, su primo Francisco, 8 y su prima Jacinta, 7. Los tres pastorcitos disfrutaban de vigilando las ovejas porque les permitía jugar en el campo y rezar el rosario, dos de las cosas que más felices les hacían.
Aquel día, mientras rezaban el rosario tal y como el Ángel les había enseñado, vieron una extraña luz que se asomaba entre los robles que allí había. Los tres niños, intrigados por la extraña luz, se acercaron a los árboles.
Cuando llegaron al lugar dónde emanaba la luz encontraron una preciosa imagen. La bella figura de una mujer toda vestida de blanco. Los niños no lo sabían, pero aquella preciosa mujer era la Virgen María.
Lo primero que pudieron ver los tres pastorcillos, además de la luz que desprendía la Virgen María, fue que portaba un hermosísimo rosario.
La Virgen María habló y les dijo a los niños de Fátima:
“Por favor no temáis, no os voy a hacer daño”.
Ninguno de los pastorcillos tenía miedo, la imagen de la Virgen les producía felicidad. Lucía le preguntó de dónde venía. La Virgen María, moviéndose dulcemente, les respondió que venía del cielo.
Después, la Virgen María les preguntó a los pastorcillos si estaban dispuestos a sacrificarse por el bien la humanidad. Les advirtió que deberían padecer numerosos tormentos y burlas, pero que la gracia de Dios les fortalecía.
Los tres pastorcillos de Fátima le dijeron a la Virgen que estaban dispuestos a todo para compensar los agravios con los que la humidad ofendía a Dios. La Virgen María estaba contenta con la actitud de los pastorcitos. Les pidió dos cosas. La primera de ellas que rezasen el rosario todos los días. La segunda, que los próximos seis meses, el día 13, estuviesen en aquel mismo lugar y a la misma hora. Ella les iría revelando sus deseos.
Después de esta petición, la Virgen María abrió sus manos y cubrió con su luz a los tres niños de Fátima. En un momento, tal y como había aparecido, desapareció.
Tras aquel momento divino, los tres pastorcitos de Fátima quedaron con una paz interior indescriptible. Se sentían plenos de alegría. Era felices. A pesar de ello, decidieron no contar nada en sus casas. La aparición de aquella mujer toda vestida de blanco sería su secreto.
A pesar de aquel pacto, Jacinta, la más pequeña, no pudo evitar decírselo a su madre. Pronto la noticia se extendió por la familia. La mayoría de los miembro hicieron burla de la historia, considerándola cosas de niños. Únicamente Tio Marto, el padre de Francisco y Jacinta, creyó la palabra de los niños. De este modo, sin apenas darse cuenta, Tio Marto se convirtió en el primer creyente de las apariciones de la Virgen María en Fátima.
Apariciones de la Virgen de Fátima, María visita por segunda vez a los pastorcitos
El mes pasó rápido. Para los tres niños de Fátima, el 13 de Junio llegó entre burlas y regañinas. A los tres pastorcillos no les afectaba. Ellos sabían lo que habían visto, lo que habían sentido. Sus corazones estaban decididos a seguir las instrucciones que la Virgen María les había dado.
El 13 de Junio es un día especial en Fátima y en todo Portugal. Se celebra el día de San Antonio de Lisboa, conocido universalmente como San Antonio de Padua. Santo muy querido por todos los portugueses.
Aquel día de San Antonio de 1917, a la hora establecida, los tres pastorcitos se dirigieron hacia la Cova de Iria. Cuando llegaron allí se sorprendieron de ver a un pequeño grupo de gente que les esperaba. Su relato de las apariciones de la Virgen se habían extendido por todo Fátima. Algunos vecinos de Fátima creían en las apariciones de la Virgen María y estaban allí con el corazón lleno de esperanza.
Los tras pastorcitos rezaron el rosario con los devotos de María. Cuando acabaron, de repente, volvieron a ver la luz que salía de la zona de los robles. Los tres niños de Fátima se acercaron a la luz y, de nuevo, vieron la preciosa figura de la Virgen.
En esta segunda aparición la Virgen de Fátima les dijo dos cosas importantes. En primer lugar les adelantó que Francisco y Jacinta pronto irían al cielo, a su lado. Lucía tenía que quedarse en la tierra para dar testimonio del Sagrado Corazón de la Virgen.
La segunda de ellas fue una petición. La Virgen María le pidió fue que siguiesen rezando el rosario, que tratasen difundir el rezo del rosario entre todos sus vecinos. Rezar el rosario sería el camino para traer la paz a Portugal y al mundo.
Tercera aparición, los tres secretos de la Virgen de Fátima son revelados
Los niños de Fátima, sometidos a la presión de su familia, habían dudado si acudir a su cita con Nuestra Señora. Finalmente decidieron no defraudar a la Virgen.
La noticia de las apariciones de la Virgen María en Fátima cada estaba más extendida. El grupo de personas que se agolpaba en el campo de la Cova de Iria no paraba de crecer. Cada vez era más gente la que creía que la Virgen María visitaba Fátima el día 13 de cada mes.
La tercera aparición de la Virgen María en Fátima fue especialmente relevante. La Virgen les dijo a pastorcitos cosas muy importantes.
En primer lugar la Virgen María les prometió que el día 13 de Octubre, durante su aparición haría un milagro para que nadie dudase de que la Virgen María había aparecido en Fátima.
También les pidió que siguiesen rezando el rosario diariamente. Les pidió que después de cada misterio rezasen:
"¡Oh! Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno. Lleva a todas las almas al cielo, principalmente a las que más lo necesiten."
Finalmente, les desveló tres importantes secretos, que con el tiempo serían mundialmente conocidos como los Tres Secretos de Fátima:
- La visión del infierno.
- El futuro de Rusia y su consagración al Sagrado Corazón de María.
- EL conocido como El Tercer Secreto de Fátima.
Tres estas importantes revelaciones, la Virgen María de nuevo volvió a desaparecer emplazando a los videntes de Fátima al día 13 de Agosto de 1917.
Cuarta aparición de la Virgen María en Fátima
La noticia de las apariciones de la Virgen María en los campos de Fátima llegó a lo gobernante del distrito, Arturo Santos. Era sabido que Arturo era contrarío a las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia.
Lo que había llegado a sus oídos de las apariciones de la Virgen en Fátima no le gustaban. Creía que no eran buenas para los vecinos. El creía firmemente que eran invenciones y se propuso desmontar la versión de los videntes de Fátima.
Para tratar de obtener la verdad, pensó que el mejor modo era quedarse a solas con los niños y poder presionarlos para que confesases. Para ello, antes del día 13 de Agosto fue a la casa de Lucía, Francisco y Jacinta. Usando engaños consiguió quedarse solo con los niños y se los llevó a la sede del distrito, dónde estaba la cárcel local.
Cuando tuvo a los tres niños a su merced trató de que confesasen la falsedad de su historia por todos los medios posibles: trató de pagarles, los amenazó, etc… A pesar de los esfuerzos de Arturo Santos los tres pastores de Fátima se mantuvieron fieles a la verdad, se mantuvieron fieles a la Virgen. A pesar de ser pequeños en estatura eran grandes en fe. Su devoción por la Virgen María era inquebrantable.
Tras dos días de sufrir presiones y tormentos, el día 15 de Agosto, el día de la fiesta de la Asución, fecha muy celebrada en Portugal, los tres pastorcitos de Fátima fueron liberados. El gobernante no había conseguido doblegar a los pastorcitos de Fátima, pero si había conseguido que los tres niños faltasen a su cita con Nuestra Señora de Fátima. Esta ausencia retraso el encuentro, pero el día 19 de Agosto de 1917 de nuevo la Virgen se volvió a aparecer a Lucía, Francisco y Jacinta.
La Virgen les pidió de nuevo a los pastores que rezasen el rosario con devoción. Además les dijo que debían usar las ofrendas que dejaban los fieles en la Cova de Iria para hacer unas andas que portasen imágenes. Las ofrendas de los devotos de la Virgen de Fátima habían crecido de manera exponencial. Más y más personas visitaban el lugar dónde la Virgen visitaba a los videntes.
Apariciones de la Virgen de Fátima, quinta visita de Nuestra Señora a Cova de Iria
El día 13 de Septiembre, siguiendo con el ritual que desde hacía meses seguían, los tres pastores de Fátima se encaminaron hacía a Cova de Iria.
Cuando llegaron allí vieron una enorme multitud. Según alguna documentación de la época se cree que unas 30.000 personas aguardaban a los videntes en el campo de Fátima. Las apariciones de la Virgen María se habían convertido en un asunto nacional, gentes de todo Portugal peregrinaban para conocer el lugar de las apariciones de la Virgen.
Muchas personas aprovechaban la espera para rezar oraciones. Muchos otros portaban rosarios y rezaban los misterios con devoción. Las apariciones de la Virgen de Fátima y la fe de los niños había inspirado a muchas portugueses y portuguesas.
Lucía, Francisco y Jacinta fueron mirados con respeto y admiración. Aquellos niños de tan tierna edad habían sido elegidos por la Virgen para dar a conocer sus Secretos al Mundo.
Todos se pusieron a rezar el rosario siguiendo las indicaciones que Nuestra Señora había dado a los niños. Cuando terminaron los pastorcitos percibieron las señales que precedían a la imagen de la Virgen en cada aparición. Las demás personas presentes, tal y como había pasado en otras ocasiones, sintieron algo especial, que no podían concretar.
Los niños dijeron a la Virgen que muchas personas les habían hecho peticiones. María les contestó que atendería a algunas de ellas, pero que a otras no. Nuestra Señora sabía que algunas personas no debían ver cumplidos sus peticiones porque el futuro que les espera sería peor.
También les pidió que además de las dos andas, con el dinero que la gente donaba, construyesen una pequeña capilla dedicada a Nuestra Señora del Santo Rosario.
Finalmente, para despedirse, Nuestra Señora de Fátima le dijo a los videntes que mantuviesen su compromiso con el rezo del rosario. La próxima vez que se viesen Ella haría un milagro para que todo Portugal, para que todo el mundo, supiese que las apariciones de la Virgen de Fátima eran reales.
Aparición de la Virgen de Fátima, el Milagro del Sol (13 de octubre de 1917)
El día 13 de Octubre de 1917 amaneció lluvioso en Fátima. Ello no impidió que una gran multitud de personas se dirigiesen a Cova de Iria. La noticia de las apariciones se había convertido en tema de conversación entre portugueses de toda condición. La prensa lusa hablaba de los niños de Fátima y de las apariciones de la Virgen María en Fátima. Portugueses y portuguesas de todo el país peregrinaban a Fátima con la esperanza de poder ver a la Virgen María.
Entre la muchedumbre caminaban los tres niños de Fátima, los tres videntes de la Virgen. Algunos los reconocían y les habrían paso, otros muchos peregrinos caminaban a su lado ignorantes de quienes eran Lucía, Francisco y Jacinta.
Cuando llegaron a Cova de Iria había una multitud como nunca habían visto. Solo podían ver cabezas de personas mirasen hacía el lado que mirasen. La devoción por la Virgen en Fátima se sentía en el ambiente. Los rezos se podían oír por todos los rincones.
Según los relatos que tenemos de los niños de Fátima y de los devotos que estaban allí, el día 13 de Octubre de 1917 se produjeron dos acontecimientos transcendentales. Por un lado un lado las apariciones que pudieron ver los pastorcitos de Fátima, y por otro lado, lo que pudieron contemplar las demás personas allí presentes, el conocido como el Milagro del Sol.
Las apariciones de la Virgen el 13 de Octubre de 1917, la visión de los niños de Fátima
Lucía, Francisco y Jacinta vieron las mismas señales que habían visto en las apariciones anteriores. Después de la luz vieron cómo se aparecía la imagen de la Virgen de Fátima. Nuestra Señora les insistió en que rezar el rosario sería la única manera de traer la paz al mundo. Después de decirles esto, la figura de la Virgen desapareció.
A continuación pudieron ver la figura de San José y el Niño Jesús. Ambos hacían el gesto de bendecir el mundo.
Después pudieron ver a Virgen Dolorosa y Nuestro Señor que repitieron el gesto que antes habían hecho San José y el Niño Jesús. El gesto de bendecir el mundo.
Finalmente apareció la imagen de la Virgen del Carmen.
Las apariciones de la Virgen el 13 de Octubre de 1917, el Milagro del Sol
Muchos son los testimonios recogidos entres los presente aquel 13 de Octubre de 1917 en Fátima. Se calcula que alrededor de unas 70.000 personas, la mayoría de ellos portugueses, presenciaron el conocido como Milagro del Sol en Fátima.
Existen diferentes versiones pero todos están de acuerdo en que presenciaron un milagro. Un hecho milagroso que disipó todas las dudas sobre las apariciones de la Virgen María en Fátima.
Según sabemos el día estaba bastante nuboso. El sol apenas se veía. De repente las nubes se apartaron y el sol comenzó a brillar con fuerza. Iluminó a Cova de Iria con una luz clara, plateada. A pesar de su potente luz los peregrinos levantaron la mirada y fijaron su vista directamente en el astro solar. La luz del sol no les cegaba.
Después de esto el sol comenzó a “danzar” en el cielo. El sol se movía de manera nunca vista, como siguiendo las órdenes de una fuerza superior. Como si un titiritero moviese los hilos de sus muñecos. El sol se movía de manera milagrosa.
Tras esto el sol se desprendió del cielo. Parecía que el astro solar se había a caer sobre el campo de Fátima y consumir a todos los peregrinos. Pocos minutos después el sol volvió a su posición. Todos los peregrinos sabían que lo que había pasado era un milagro. La Virgen María estaba presente en Fátima y ellos habían sido testigos.
El Ángel de Portugal, primera aparición en Fátima
La aparición de la Virgen de Fátima fue anunciada por un Ángel celestial a los tres pastorcitos. El Ángel, que se apareció a los niños, se conoce como el Ángel de Portugal.
Los tres niños de Fátima, también conocidos como los tres pastorcitos de Fátima, Lucía, Francisco y Jacinta,gozaban de una vida sencilla con sus familias. Eran aplicados y ayudaban en las labores del campo en la medida que les permitían sus pocos años. Los tres eran pastorcitos alegres que habían sido educados en las tradiciones cristianas. Una de las cosas que más disfrutaban los tres niños era rezar el rosario.
Era un día primaveral con una temperatura agradable. Los niños, como era costumbre, habían guiado el rebaño de ovejas a las tierras próximas a Fátima. Solían pastorear por aquellos verdes prados portugueses. Amaneció el día con una ligera llovizna, por lo que Lucía, Francisco y Jacinta decidieron llevar al rebaño a un lugar donde pudiesen ponerse a cubierto del agua.
La lluvia no duró demasiado, y pronto salió un precioso sol primaveral de detrás de las nubes que habían oscurecido Fátima durante la mañana. De repente el tiempo volvió a cambiar y se levantó un potente viento que sorprendió a los pastorcitos. De repente, los tres niños de Fátima pudieron ver una imagen rodeada de luz que se acercaba hacia ellos. Era un Ángel celestial, era el Ángel de Portugal.
Oración en la primera aparición del Ángel de Portugal
El Ángel apareció antes los tres niños y les dijo:
"No temáis. Yo soy el Ángel de la Paz. Rezad conmigo".
Tras decir estas palabras, el Ángel de Portugal se arrodilló. Viendo aquel gesto lleno de gracia, los tres pastorcitos de Fátima se arrodillaron también, y comenzaron a rezar repitiendo todo lo que el Ángel decía.
“Dios mío, yo creo en Ti, yo te adoro, yo espero y yo te amo. Te pido perdón por los que no creen, no te adoran, no te esperan y no te aman.”
El Ángel de Portugal repitió esta oración tres veces. Después les dijo a los tres niños:
“Orad de esta forma. Los corazones de Jesús y María están listos para escucharos”.
Dicho esto, El Ángel desapareció. De nuevo los campos de Fátima quedaron en calma. Lucía, Francisco y Jacinta se quedaron quietos, sin hablar. Sus jóvenes corazones estaban llenos de alegría divina pero no podían expresarlo con palabras.
Segunda Aparición en Fátima, Ángel de Portugal visita de nuevo a los niños
Tras la primera aparición del Ángel de Portugal los niños continuaron con sus tranquilas vidas. Los meses pasaron y pronto llegó el verano de 1916. Aquel verano estaba siendo especialmente caluroso en Fátima.
Un día de bastante calor, mientras los tres pastorcillos jugaban despreocupadamente, el Ángel de Portugal volvió a hacer su aparición. En ese preciso instante los tres niños de Fátima dejaron de jugar y centraron toda su atención en la figura del Ángel.
El mensajero celestial les dijo:
“¿Que estáis haciendo? ¡Tenéis que rezar!. ¡Rezad!. Los corazones de Jesús y María tienen designios Misericordiosos para vosotros. Debéis ofrecer vuestras oraciones y sacrificios a Dios, el Altísimo".
El Ángel de Portugal les hablaba con cierto tono de reprimenda. Los pastorcitos notaron aquel cambio en la entonación respecto a las palabras que habían escuchado en la primera aparición en Fátima. Lucía se decidió a preguntar al Ángel que debían hacer para contentar a los corazones de María y de Jesús. Los tres niños de Fátima estaban deseosos de alegrar a la Virgen María y a su Hijo.
El Ángel de Portugal les dijo que debían sacrificarse en todos los medios que pudiesen. Que debían sacrificarse por todos aquellos que ofendían a Dios.Después desapareció.
Tercera aparición en Fátima, el Ángel prepara a los niños para la aparición de la Virgen
Los niños de Fátima seguían las indicaciones que el Ángel les había dado. Trataban cada día de recitar las oraciones que el Ángel de Portugal les había enseñado.
Un día mientras rezaban, de nuevo, se les apareció el mensajero de Dios. En esta tercera aparición portaba en su mano izquierda un cáliz sagrado. Justo encima del Cáliz, flotando de manera milagrosa, había una Hostia.
El Ángel de Portugal descendió y se arrodilló al lado de Lucía, Francisco y Jacinta. Una vez de rodillas les hizo una indicación para que repitiesen lo que les iba a decir. Al instante siguiente comenzó a decir una nueva oración:
“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente, y os ofrezco el precioso cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de las ingratitudes, sacrilegios e indiferencia por medio de las cuales Él es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y por el del Inmaculado Corazón de María, os pido humildemente por la conversión de los pobres pecadores.”
Cuando terminó, el Ángel tomó el Cáliz Sagrado y la Hostia y se los dio a los tres niños. Justo a continuación despareció dejando a los pastorcillos en un estado de paz y gozo divino.
Lucía, Francisco y Jacinta todavía no lo sabía, pero esta tercera aparición de Ángel de Portugal había sido la preparación para la aparición de la Virgen María.
La última aparición de la Virgen de Fátima
En el año 1920 la Virgen María volvió a aparecerse a Lucía. Tal y como había anunciado Nuestra Señora Jacinta y Francisco habían fallecido poco tiempo después de la aparición del 13 de Octubre.
En esta última aparición la Virgen de Fátima le pidió a Lucía que dedicase su vida a Dios. Con su servicio a la Iglesia y a Jesús ayudaría a salvar muchas almas del infierno.
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