Símbolos de Jesucristo en la tradición cristiana

Símbolos de Cristo

La Tradición cristiana es muy rica en cuanto a símbolos, palabras e imágenes que representa a Nuestro Señor Jesucristo. Hoy nos centraremos en dos animales que desde los primeros años del cristianismo (conocida como época paleocristiana) han simbolizado a Jesús: el pez y el pelícano.

A lo largo de los siglos, estos dos símbolos han permanecido presentes en la vida de los cristianos. El ejemplo más claro de ello es que, a día de hoy, seguimos usando artículos religiosos como palios, atriles o sagrarios decorados con peces o pelícanos.

El pelícano, símbolo del amor de Jesús 

El pelícano es un ave de gran tamaño. Una de las aves con mayor peso capaz de volar. Su rasgo más característico es la bolsa en donde guarda los peces que pesca.

El pelícano es desde los primeros años de nuestra era un

o de los símbolos que usaban los primeros cristianos para referirse a Jesús. Los motivos principales para esa identificación fueron dos.

En primer lugar, hay que mencionar el hecho de que la ley hebraica considerase al pelícano como un animal inmundo. Jesús, antes de ser Crucificado, fue tachado como blasfemo, como inmundo por los judíos.

El segundo motivo, y quizá el más relevante, era la creencia que había en aquella época de que los pelícanos adultos, si no habían conseguido pescar, daban su propia carne y su propia sangre para alimentar a sus crías. Es decir, que entrega partes de su cuerpo y su sangre por sus hijos, se sacrifica por sus hijos. Al igual que Jesús lo hizo por todos nosotros. San Isidoro de Sevilla, en su obra “Etimologías” deja constancia de la amplia difusión de esta vinculación en aquella época.

El pelícano suele golpear su pico y su bolsa contra el pecho para sacar el pescado y poder dar de comer a sus crías. La visión de este movimiento y el gran pico que tiene el pelícano pudieron dar origen a esta creencia.

El hecho de alimentar a sus hijos con su propia carne y su propia sangre, también vínculo al pelícano con la propia Eucaristía. El pan y el vino, a través de la transubstanciación, se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Jesús, alimento para el alma de los cristianos. 

En la mayoría de las representaciones, sea en pintura, orfebrería, bordados, etc.. el pelícano aparece en su nido, alimentado a sus crías.

El pez, Jesucristo Hijo de Dios Salvador

El pez es otro de los símbolos con los que se ha identificado a Jesús desde el cristianismo más primitivo. Algunos autores sostienen que el símbolo del pez ya era usado en el siglo I después de Cristo.

El pez fue un símbolo que tuvo mucha importancia en los primeros años del cristianismo. Su enorme relevancia deriva su utilidad práctica. Los seguidores de Cristo usaban este símbolo para identificarse entre sí y para marcar los lugares de encuentro y las tumbas de los suyos. Hasta que Constantito firmó el Edicto de Milán en el 313, los cristianos fueron durante castigados y perseguidos por sus creencias religiosas. Fueron muchos atropellos que padecieron los primeros cristianos a manos de judíos y romanos. La existencia de símbolos como el pez permitió a la Iglesia desarrollarse en la clandestinidad, alejada del poder del emperador romano.

La persecución ya fue padecida por el propio Cristo, que murió en la Cruz por las confabulaciones de judíos y romanos. Jesús nos inspiró y anunció las persecuciones que padecerían sus seguidores en los años venideros:

“Bienaventurados vosotros cuando seáis insultados y perseguidos, y cuando se os calumnie en toda forma a causa de mí. Alegraos y regocijaos entonces, porque os espera una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que os precedieron. (San Mateo 5:11-12)”.

La importancia del pez como símbolo de Jesús tuvo su auge en los tres primeros siglos de nuestra era. A partir del siglo IV, con el fin de la persecución de los cristianos, este símbolo empezó a usarse menos.

La mayoría de autores están de acuerdo en que la popularidad del pez como símbolo de Jesús fue tan grande por dos motivos principalmente:

El primero de ellos es que la palabra pez en griego se escribe "Ichthys", en griego antiguo IXÈYÓ. Las letras que componen esta última palabra forman un acrónimo que revela la naturaleza de nuestro Salvador Jesús:

I – Iota o Iesous - Jesús en griego.

X – Chi o Christos - Cristo en griego.

È – Theta o Theou - Dios en griego.

Y – Upsilon o Yios/Huios - Hijo en griego.

Ó – Sigma o Soter – Salvador en griego.

es decir, “Iesous Christos Theou Yios Soter”. Lo que traducido al castellano sería más o menos “Jesús Cristo hijo de Dios Salvador”.

En segundo lugar, si tomamos la Biblia comprobaremos que el pez es una animal presente en numerosos pasajes. Por ejemplo, cuando Jesús se acerca a Simón y Andrés, hermanos de profesión pescadores, y les dice “Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres” (San Mateo 4:19).

Muy importante también es el momento conocido como elMilagro de los panes y los peces” o la “Multiplicación de los panes y los peces” (Evangelio según San Juan 6, San Mateo 14, San Marcos 6 y San Lucas 9). Pasaje en el cual Jesús con “cinco panes de cebada y dos peces” dio de comer a “los hombres en número de unos cinco mil”.

Otro ejemplo lo vemos cuando Jesús, después de haber resucitado, se reúne con siete de sus discípulos a orillas del Mar de Galilea (San Juan 21,9).  “Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan”. Es la tercera vez que Jesús se aparece a sus discípulos después de haber vencido a la muerte

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