La Semana Santa, celebración.
Semana Santa o Semana Mayor es el período de tiempo que va desde los últimos días de la Cuaresma y el Triduo Pascual de la Pasión, Muerte, Sepultura y Resurrección del Señor, que comienza el Domingo de Ramos, tiene su centro en la Vigilia Pascual, con el encendido del Cirio Pascual y acaba con el Domingo de Resurrección.
Este conjunto de ocho días encierra un gran número de celebraciones ligadas a los diferentes momentos de la Pasión y glorificación de Jesús (en la geografía española existen numerosas celebraciones que han sido declaradas como Semana Santa de Interés Turístico Internacional).
La Semana Santa, origen.
La Semana Santa nace del desglose de la primitiva y única celebración pascual cristiana que tenía lugar la noche del sábado al domingo Pascual. En esta celebración se realizaba la iniciación de los nuevos cristianos. A posteriori se celebraba el misterio de muerte y vida que encierra esta fiesta, y la misma hora de la Liturgia, en el momento en que la noche dejaba paso al día, servía de ambientación.
Tras la liberación de los cristianos, a comienzos del siglo IV, el Emperador Constantino y su madre Santa Elena construyeron grandes basílicas o de sencillas ermitas sobre los lugares habían ocurrido los momentos más importantes de la vida de Jesús. En estos lugares empezaron a desarrollarse celebraciones cada vez más multitudinarias.
La práctica siguió incrementándose. Los peregrinos llegados a Tierra Santa querían visitar los santos lugares de la Pasión del Señor. Se hacían en estos lugares celebraciones en el mismo día y hora en que ocurrieron.
Nació así en Jerusalén la Semana Santa y los peregrinos extendieron este uso por todas las Iglesias.
Según nos enseña el Concilio Vaticano II: "La santa madre Iglesia... conmemorando así los misterios de la redención abre las riquezas del poder santificador y de los méritos de su Señor, de tal manera que, en cierto modo, esos misterios se hacen presentes en todo tiempo para que los fieles puedan ponerse en contacto con ellos y llenarse de la gracia de la salvación" (Sacrosanctum Concilium n.º 102). Estas celebraciones reciben con la mayor propiedad el nombre de "misterio litúrgico" y de "misterios o sacramentos pascuales".
La palabra misterio, hablando de la Semana Santa, no quiere decir algo indescifrable. Se refiere a los principales acontecimientos de la vida de Jesucristo, en particular en su Muerte y Resurrección Además del papel de la Iglesia y del poder de la Liturgia.
La Semana Santa, reconstrucción de la Muerte y Resurreción de Jesús.
La Semana Santa es una reconstrucción litúrgica de los últimos días de Jesús. El Domingo de Ramos recordamos su entrada en Jerusalén.
El Lunes, Martes y Miércoles Santos hacemos memoria respectivamente de la unción en Betania, del anuncio de la traición de Judas y del hecho mismo de la traición.
El Jueves Santo se celebra la Eucaristía queriendo revivir el ambiente de la Última Cena y se vela en oración acompañando a Jesús en Getsemaní.
El Viernes Santo está dedicado al misterio de la Cruz y la muerte gloriosa de Cristo.
El Sábado es el día del silencio ante la sepultura de Jesús.
El Domingo, finalmente, en la noche santa que lo inicia, es la celebración integral del Misterio Pascual, con particular énfasis en el triunfo del Señor sobre la muerte.
Esta es la Semana Santa y el Triduo santo pascual, punto culminante de todo el año litúrgico.
La preeminencia que tiene el domingo en la semana, la tiene la solemnidad de Pascua en el año litúrgico.
La Semana Santa en nuestros días ha alcanzado un gran reconocimiento. El olor a incienso en las calles, las procesiones cofrades, las túnicas de nazarenos, el humo de los incensarios, etc... se han convertido en elementos imprescindibles de las celebraciones de Semana Santa. Miles de personas siguen con gran devoción las celebraciones de Semana Santa en todas las partes del mundo. En muchas localidades las celebraciones de Semana Santa, en toda la geografía española, desde Viveiro a Sevilla, son la semana más importante del año.