Pesebre de Navidad, Belén o Nacimiento 2025

El nacimiento de Belén, también conocido como Pesebre de Navidad, es uno de los elementos típicos para decorar hogares y parroquias durante las Navidades. En esta entrada hablaremos del origen de esta tradición católica, centrándonos en la figura de San Francisco de Asís, y de las figuritas de animales y personajes que suelen aparecer en las distruciones más claseicas de los nacimientos de Navidad. 

Pesebre de Navidad, Belén o Nacimiento 2025

El Pesebre de Navidad, Belén o Nacimiento de Navidad es una de las tradiciones más populares en todo el mundo. Mucha gente celebra la Navidad colocando imágenes religiosas navideñas en su hogar o en su iglesia.

Un pesebre navideño  con la Sagrada Familia (el Niño Jesús recién nacido, la Virgen María y San José), el buey y la mula es una bonita manera de para conmemorar la Nochebuena y el día de Navidad.

Hoy en día existe una amplia variedad de figuras y adornos para montar un pesebre. Desde figuras artesanales fabricadas y pintadas a mano con un alto precio, hasta piezas de precio barato fabricadas en serie. Piezas de gran tamaño para su instalación en una iglesia o la plaza del ayuntamiento, pero también se venden tamaños más pequeños para una mesa de casa. Figuras hechas en casa como manualidades a piezas encargadas en una tienda online ubicada en una ciudad en la otra punta del mundo. Imágenes de Belén al gusto de cualquier comprador. También, por supuesto, hay quién se decanta por piezas articuladas o crea un Belén viviente con sus vecinos, amigos o familiares. 

Montar un pesebre de Navidad, un Belén, es una costumbre con muchos siglos de historia. Se han encontrado restos de belenes primitivos datados en los primeros siglos de la era cristiana en catacumbas romanas o en iglesias y otros lugares relacionados con el culto religioso.

Nacimiento de Belén, San Francisco inicia la tradición

A pesar del hallazgo de algún portal primitivo, la mayoría del mundo belenista está de acuerdo en señalar año 1223 como fecha oficial del nacimiento del belenes modernos tal y como ahora los conocemos.

Es en este año, durante la Nochebuena, cuando San Francisco de Asís (considerado primer Belenista y patrón de todas las asociaciones de belenismo) da vida al primer Belén del mundo. El Santo construye una reproducción el Nacimiento de Jesús en una cueva abierta próxima a la ermita de Greccio ubicada en el reino napolitano en la época (cerca de la ciudad de Terni en actual Italia). Creando  en ese día el  que se considera primer portal de Belén (Nacimiento) de la historia. Se puede decir que inventó la definición básica del Belén moderno: el Niño Dios acompañado de su familia en un pesebre, visitado por los Reyes Magos y gentes del pueblo que vienen a adorarlo.  

Según se sabe, San Francisco de Asís celebraba una misa nocturna acompañada de una representación de la escena del nacimiento, mediante un pesebre (sin niño) con el buey y la mula, basándose en la tradición cristiana, los Evangelios apócrifos y en lectura de Isaías.

Tras celebrar la misa, San Francisco canta el Evangelio y realiza la predicación sobre el nacimiento de Mesías llena de significado. El Santo italiano habla del pequeño Jesucristo que nació en la más absoluta pobreza. La humilde pareja de jóvenes padres se había refugiado en aquel antiguo pesebre. La Virgen María dio a luz en una fría noche de invierno en uno de los portales de Belén. El único calor que tenía la familia era el aliento de los animales que allí se aguardaban al alba.

Tal representación está cargada de significados religiosos. Esa Nochebuena tiene un gran impacto entre los presentes. La humildad y el amor que desprendían las palabras del Santo calaron profundamente entre los oyentes. Las palabras sirven para llamar la atención del pueblo acerca de la tradición del nacimiento. Los personajes que forman parte de los belenes empiezan a alcanzar un gran popularidad. El Niño Jesús, la Virgen María y San José ya eran conocidos en todos los estratos sociales. Personajes secundarios como los Reyes Magos, el Ángel, los pastorcillos, etc... empiezan a estar en boca de todos. Una gran reforma se introduce en la celebración de la Navidad. 

Es partir del siglo XIV, (fundamentalmente a través de las órdenes franciscanas) el montaje de los pesebres de Navidad con imágenes religiosas se consolidó como costumbre en la península itálica y fue extendiéndose al resto de Europa. La lengua italiana y el latín sirven como medio de difusión principal. 

Al principio como práctica eclesiástica, posteriormente aristocrática y finalmente popular. Los estratos sociales más conocedores de la lengua culta, el latín, son los primeros en conocer las antiguas enseñanzas de San Francisco de Asís.  En estos años los materiales empleados para los belenes eran figuras religiosas de trapo, algodón, madera o papel.

Los belenes y pesebres llegan a España

La relación entre los distintos reinos que formaban parte del territorio español y del territorio italiano fue muy intensa durante toda la Edad Media. La corona de Aragón, bajo el mandato de Fernando el Católico, controlaba una importante zona del sur de la península itálica: territorio napolitano, siciliano, etc. En estas circunstancias no es de extrañar que el intercambio cultural entre ambos territorios fuese muy fluido. Una comunicación abierta en la que las dos partes se benefician mutuamente. Al igual que muchas otras corrientes artísticas, la tradición de las imágenes religiosas de los Belenes llegó a España a lo largo del s. XV a través, por supuesto, de ordenes franciscanas.

A lo largo de los s. XV, XVI y XVII la implantación de la tradición del belenismo fue testimonial y habrá que esperar al s. XVIII, con el reinado de Carlos III (1716-1788), para que los belenes se extiendan por toda la geografía española.

En el año 1760, el monarca manda hacer para su hijo, Carlos IV,  un pesebre artesanal que alcanzará una gran fama en la época: El Belén del Príncipe. El famoso Belén fue encargado a los mejores imagineros valencianos José Esteve Bonet y José Ginés Marín, así como al murciano Francisco Salzillo. Entre los tres empezaron a dar forma, paso a paso, al que es considerado como una de las mejores estampas navideñas españolas. 

La obra artesanal supone una gran reforma en el modo en el que se realizaban los belenes hasta la época. 

El Belén del Príncipe

El original encargo del monarca  hace que las creativas mentes y manos de los artesanos se entreguen a la obra con entusiasmo. Los imagineros toman como guía sus obras anteriores pero tratar de hacer algo innovador. Pensando en la fabricación tradicional quieren experimentar con nuevas técnicas y materiales dando nuevas soluciones a problemas frecuentes que se daban en el proceso de diseño y montaje. 

Las ideas de los artesanos belenistas se plasman en varias novedades. La primera de ellas es que las figuras están hechas en diferentes tamaños con el fin de guardar la perspectiva en las distintas composiciones. Cada personaje tiene una altura determinada, algo revolucionario en la época. Tienen en cuenta el lugar dónde desde el cuál será contemplado el nacimiento para colocar las distintas figuras. Un nuevo concepto que de distribución del espacio muy al gusto de las corriente de la época. La nueva distribución, la visión de verdad desde una perspectiva, generará muchas preguntas y sorpresas pero finalmente se reconocerá como gran obra de arte belenista. Las manualidades y piezas rústicas antiguas sirven como guía, pero la figuras que se entregarán al monarca y al príncipe suponen una gran innovación. 

Otro de los rasgos distintivos de este Belén del Príncipe es que cada pieza artesanal reproduce a alguno de los oficios de la época: bailadores, el alcalde y la alcaldesa, el que tocaba la dulzaina (llamado dulzainero), los mayorales, el pastor en su casa, el vendedor de comida, uno comprando tomates, un campesino con ajos, pescador con la red, vendedores con su asno, etc… Destacan en este sentido las 180 figuras de unos 50 cm. que modeló el imaginero valenciano José Esteve Bonet en las que representa los oficios y costumbres cercanos a su casa valenciana. Unas piezas que son una especie de homenaje a las gentes valencianas, las historias y casos de sus vecinos son inmortalizadas en las figuras belenistas. 

La piezas y adornos del Belén del Príncipe alcanzaron una gran popularidad. Además de ser una importante obra artística belenista, también ayudó a su reconocimiento el hecho de que el monarca decretó que todo el pueblo podría verlo. Esta importante decisión hace que paso de la gente por palacio sea continuo. Nadie quiere faltar. Mientras la nieve cubría las calles madrileñas, los vecinos de la villa visitaban el palacio para ver el nacimiento del Niño Dios. 

Desde el s. XVIII hasta principios del s. XX, la visita al Palacio Real para ver las imágenes del Belén del Príncipe se convirtió en una de las tradiciones navideñas más arraigadas en el Madrid.

A lo largo de su existencia, el Belén del Príncipe sufrió numerosos expolios y rupturas. Especialmente sangrantes fueron el año 1808 (durante la Guerra de la Independencia) y en el año 1872. Muchos adornos y elementos belenistas fueron robados. 

Durante la I República estuvo 7 años sin exponerse, puesto que se consideraba como un símbolo de la Monarquía.  Con la restauración de la Monarquía se restablece el Belén. El libre acceso para ver el Pesebre es de nuevo eliminado con la proclamación de la II República, en el año 1931.

Luego, en los años posteriores, las imágenes religiosas que todavía se conservaban, fueron guardadas y olvidadas en el desván del Palacio Real hasta el 1988. En ese año, mientras se revisa y se hace inventario de un archivo, se descubren y las piezas de nuevo vuelven a la vida pública.

En la actualidad, se  conservan 80 figuras de las miles de figuras que formaban el Belén del Príncipe completo. El paso del tiempo no ha sido benévolo con esta pieza de arte religioso antiguo. De las figuras o escenas que aún se conservan de la obra original, podemos detallar: el grupo del Misterio de San José, la Virgen y el Niño; la anunciación a los pastores; un grupo de Ángeles realizados en madera policromada; la cabalgata de los Reyes Magos; diferentes animales exóticos, como camellos y elefantes y algún otro personaje. 

El Nacimiento de Belén en Navidad en 2025

Los Nacimientos de Navidad han experimentado una gran evolución con el paso de los últimos siglos. Los cambios se han producido en todos los aspectos vinculados con las piezas que llenan vida a los hogares, parroquias, colegios,... durante las celebraciones de la Navidad. 

El proceso de fabricación tanto de piezas de belenismo cómo adornos de Pascual (bolas de Navidad, Estrella de Belén,...), al igual que otras figuras e imágenes religiosas, ha experimentado poderosos cambios vinculados con la industrialización. Cada vez es más complicado encontrar personajes y animales fabricados artesanalmente. Los métodos y materiales empleados en la fabricación en cadena son empleados de manera mayoritaria en nuestros días. Figuras de plástico, yeso,... son las que más ofrecen los vendedores a pesar de no contar con acabados de gran detalle. 

Las casas de belenismo que emplean un proceso artesanal de fabricación con sello de autenticidad son muy escasas. Dentro de este grupo se encuentran los talleres de Olot, como por ejemplo el Arte Cristiano. Fábrica de figuras e imágenes religiosas en general y de piezas para belenes en particular. Las piezas olotense se siguen realizando siguiendo la misma técnica artesanal que se empleaba a finales del siglo XIX. Es un proceso muy delicado en el que se fabrican figuras de pasta madera con acabados de gran detalle. De tal realismo que parecen sacadas de un Nacimiento viviente. 

Existe una amplia variedad de imágenes belenistas de Olot: animales como corderos, San José o Santa María, ... Dentro del la amplia variedad es especialmente conocido el Niño Jesús de Olot, estatua que ha tenido un gran protagonismo en iglesias y hogares durante los últimos 100 años. 

Los personajes y animales para hacer un Belén de Navidad

Los personajes, animales, piezas y objetos vinculados con el belenismo también han sufrido una gran evolución desde el siglo XIII. Actualmente la variedad de portales, personajes, comida, pastores, animales,... es casi infinita. El pequeño mundo artificial que representa un belén es un juego lleno de significados, un universo en miniatura que recrea la vida y costumbres de la época en la que el Hijo de Dios vino al mundo. 

A pesar de que la variedad ideas para hacer un pesebre es ilimitado, sigue habiendo una serie de figuras que están presentes a la hora de hacer un pesebre para Navidad: el Niño Jesús, la Virgen María, San José, el buey y el asno, los pastores, el pescador, la lavandera, los Tres Reyes Magos y el Ángel. 

La Sagrada Familia, el asno y el buey, lo que se conoce como Misterio de Navidad (o de Pascuas), son las figuras centrales. 

Figura del Niño Jesús en el pesebre

La pieza del Niño, Jesús recién nacido en pañales con un halo dorado en la cabeza, es una de las imágenes de Pascua más reconocible en cualquier lugar del mundo. El Nacimiento de Jesucristo marca el inicio de un nuevo año, el comienzo de una nueva época llena de esperanzas y sueños, de alegrías e historias. 

La figura del Niño Jesús representa la alegría de los católicos, el inicio de la esperanza de la salvación, la apertura de las puertas del Cielo. El Niño Jesús es el corazón de un nacimiento. Cada año vuelve a nuestros hogares y parroquias para llenar de felicidad el corazón de niños y mayores. 

En ocasiones, algún cliente de Brabander, por falta de espacio ha colocado por Navidad únicamente la estatua del Niño Jesús en su cuna. 

La Virgen María, la madre de Dios

La Virgen María es la madre de Jesús, una parte clave dentro de cualquier Pesebre. María representa la pureza, la bondad y el amor. Nuestra Santa Madre siempre nos protegerá como protegió a su Hijo. 

El amor de María es un nexo irrompible que se ha mantenido inalterable hasta nuestros días. Santa María reza por todos nosotros desde el Cielo. Nuestra Señora vuelve su mirada hacia sus niños y niñas para protegerlos bajo su manto.  

En numerosas ocasiones en las imágenes de la Virgen María se representa sentada arropando al Niño Jesús. Símbolo del amor maternal y de la protección que la Virgen María ofrece a todos los cristianos del mundo. 

San José, el amor de un padre

San José es el padre terrenal del Niño Jesús. Es una un ser humano muy listo, amable, fuerte y valiente. Es esposo ejemplar y un gran padre. 

Después de casarse con María, vive una vida feliz con su esposa. El amor por su esposa y la fe de San José fue puesta a prueba al inicio del embarazo de la Virgen María. La felicidad que él sentía en la pareja se rompe cuando se entera del embarazo de su esposa. En ese momento piensa en abandonar a su esposa encinta. Mientras duerme, cuando ya tenía todo listo para su partida, Dios envía a un Ángel para decirle a San José que debe amar a su mujer por encima de todas las cosas. En el vientre de María se gestará el Salvador del Mundo. Desde ese día obró siempre según los consejos recibidos del Ángel. 

San José suele ser representado fundamentalmente de tres maneras: como pieza para Belén navideño, como carpintero o de pie con su bastón acompañado del Niño Jesús. 

Celebramos el día de San José el 19 de Marzo y el día de San José obrero, el día del trabajador, el día 1 de Mayo. Es muy popular en todo el mundo y Patrono de la Iglesia Universal. El Papa Francisco es un gran devoto de San José. 

Los animales del Nacimiento de Belén: el buey y el asno (o la mula)

Existen una gran variedad de animales que se suelen colocar en los belenes y nacimientos. A pesar de ello, existen dos que se encuentra más íntimamente relacionados a los pesebres, los el buey y la mula (o asno). 

Las dos figuras han sido sometidas a numerosos análisis en busca de significados profundos e interpretaciones de todo tipo. Se suele considerar a estos animales como un símbolo de la humildad y la pobreza, ya que eran las únicas fuentes que tenía el Salvador en su nacimiento.

Sin querer profundizar en estas interpretaciones simbólicas, la mula y el buey son unas piezas muy populares que se suelen comprar con las figuras de la Sagrada Familia. Ambas piezas normalmente se representan recostadas y suelen ubicarse alrededor a la cuna del Niño Jesús.  

Los pastores

Los pastores son otra de las figuras que suelen estar siempre presentes en Navidad. Los vendedores de belenes tienen figuras de todo tipo: con cordero a los hombros, con rebaño de ovejas, con bastón,...

Tradicionalmente se ha vinculado de manera simbólica al pastor con la humanidad. Incluso con la parte más pobre y humilde de las población. Los pastores de ganado, vaqueros, porquerizos, ovejeros o cabreros siempre han sido trabajadores que se han ganado la vida de manera muy precaria, tiendo lo justo para sobrevivir. 

Es quizá por este motivo por el que Dios elige a estas humildes gentes para dar a conocer en primer la buena nueva del nacimiento de Jesús. Un Ángel es enviado para anunciar a los pastores que en un portal de Belén ha nacido un salvador, que es el Cristo Señor.

Además, es importante recordar, que se suele identificar a Jesús con el Buen Pastor y a toda la comunidad cristiana como a su rebaño. "Yo soy el buen pastor” (Juan 10,11).

El pescador

Un río con su puente es uno de los accidente geográficos que suelen acompañar al Portal de Belén. La utilización de papel de plata o de bolsas de plástico azul ha sido un recurso muy socorrido para dar un toque distinto a los belenes tanto en casas como en parroquias. 

Y, si hay un río, casi por fuerza tiene que haber un pescador o pescadores. Una humilde profesión que ha estado siempre muy ligada de manera simbólica a la vida de Cristo. De hecho, algunos de sus Apóstoles eran pescadores antes de conocer al Mesías. 

En la Biblia, en el Evangelio de San Mateo 4:18-22 se puede leer:

Caminando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos: a Simón, el llamado Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando una red de mano en el mar, pues eran pescadores. Les dijo: - Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Pasando adelante vio a otros dos hermanos: a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en la barca poniendo a punto las redes, con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

San Andrés, San Pedro (el primer Papa), Santiago Zebedeo (también conocido como Santiago el Mayor) y San Juan Apóstol eran pescadores en el mar de Galilea antes de recibir la llamada del Salvador. 

La lavandera

La figura de la lavandera es una de las piezas fundamentales en las representaciones del Nacimiento de Cristo. Se asocia la lavandera a la partera, la señora que ayudaba a las parturientas a dar a luz en aquellos tiempos. Esta asociación se deriva de que era costumbre que la partera fuese la encargada de lavar la ropa con la que se tapaba a la madre durante el parto y al niño una vez nacido. 

Se suele ubicar a la lavandera cerca del río, especialmente si la figura está arrodillada o sentada.  

Los Tres Reyes Magos

Los Tres Reyes Magos y su comitiva son figuras clásicas del Belenismo. Pueden estar representados de muchas maneras: montados a caballo, montados en camellos, con pajes, de pie o de rodillas en frente del Niño Jesús, ...

Según nos cuenta la tradición los Reyes Magos eran tres: Melchor, Gaspar y Baltasar. Los Reyes Magos procedían de los territorios de Oriente y llegaron a Belén siguiendo la estrella de Belén para rendir pleitesía al que había sido anunciado como futuro rey de los judíos, Jesús de Nazaret.  Cada uno de los Tres Reyes Magos portaba un regalo para el Niño Jesús: oro, incienso y mirra. Los obsequios que portaban son mencionados en el Evangelio de Mateo.

Después de un largo viaje siguiendo a la Estrella de Belén, los Tres Reyes de Oriente llegan al palacio de Herodes el Grande, gobernante de Judea. Los Magos le preguntaron por el nacimiento del futuro rey de los judíos. Herodes, temiendo por su trono, les dijo que desconocía el lugar exacto del nacimiento del Mesías pero que le gustaría ir a adorarle. Los Reyes Magos, sin percatarse de que las intenciones de Herodes eran deshonestas, prometieron volver por su palacio para decirle el lugar exacto dónde estaba Jesús con sus padres. 

Los Tres Reyes Magos continuaron con su viaje y pronto encontraron el pesebre de Belén dónde había nacido el hijo de Dios. Tras adorar a Jesús y entregar las ofrendas que habían traído, decidieron regresar al palacio de Herodes para darle la buena noticia del nacimiento de Jesús. Un Ángel les advirtió de las malas intenciones de Herodes, pretendía matar al niño para conservar su trono. Los Reyes Magos agradecieron las indicaciones y consejos del Ángel, y regresaron a su hogares en Orientes sin visitar a Herodes. Cuando éste se enteró, enfermo de rabia por lo sucedido, ordenó matar a todos los recién nacidos del reino, en la que se conoce como la matanza de los inocentes. San José, advertido por un Ángel, había huido a Egipto con su esposa y su hijo recién nacido. 

  • Melchor

Melchor es, de los tres, el de mayor edad. Se representa como a una persona anciana con pelo y barba totalmente blanca. Suele portar una corona por su condición de rey. En la época del nacimiento del Salvador únicamente se conocían tres continentes: Europa, Asia y África. Algunos historiadores creen que representa a todos los hombres y mujeres del continente europeo.

Melchor trae oro como regalo para el Niño Jesús. El oro es un símbolo tradicionalmente vinculado con la realeza y el poder. Un regalo que solía entregarse a reyes, reinas, principes o princesas. Con el regalo del oro, Melchor reconoce a Jesús como el auténtico y único soberano de los judíos. 

  • Gaspar

Gaspar es el Rey Mago situado en segundo lugar en cuanto a la edad. La figura de Gaspar lleva una corona, y el pelo y la barba de color castaño o rojo. Según algunos estudios, Gaspar sería la personificación de los pueblos asiáticos que acudían a adorar al Niño Jesús en su pesebre.

Gaspar porta incienso como regalo para Mesías. El incienso, el humo que se desprende del incienso mientras arde, está conectado con el componente divino de la religión católica. Ya en aquella época se ofrecía incienso a muchos dioses paganos como símbolo de respeto. El incienso identifica a Jesús como hijo de Dios todopoderoso. Además sirve como nexo de unión entre las oraciones de los fieles y el Reino de los Cielos. Los rezos y alabanzas de los cristianos suben a los Cielos como el humo del incienso. 

  • Basaltar

Baltasar es el más joven de los tres. Es hombre de raza negra que porta un corona como símbolo de su realeza. Es el único de los Reyes Magos que no tiene barba. Algunos estudiosos creen que Baltasar representa a las personas de África. 

Baltasar mirra como regalo para Jesús. La mirra es el obsequio que identifica al Nazareno como ser humano de carne y hueso, como el Hijo del Hombre. La mirra es una sustancia que se extrae de un árbol. Por su fuerte olor se empleaba en numerosas culturas como ingrediente para realizar ungüentos con los que embalsamar a los fallecidos. La mirra es una premonición del sufrimiento que padecerá Cristo en la Cruz, una anunciación de su muerte. Jesús entregará su cuerpo mortal para el perdón de los pecados de todos los católicos. La muerte y resurrección de Jesucristo es la puerta de la salvación del pueblo cristiano. 

El Ángel del portal de Belén

El Ángel es el mensajero de Dios, el interlocutor entre nuestro Señor Todopoderoso y personas que habitan el mundo terrenal. 

La presencia de un Ángel en los pesebres de Navidad es muy habitual porque tuvo un papel muy destacado durante los hechos que llevarán a Jesús al pequeño portal de Belén. 

En primer lugar es el encargado de decirle a María que está encinta. El Ángel Gabriel se aparece a la Virgen María para decirle que de su vientre nacerá el hijo de Dios. Este episodio, recogido en el Evangelio de Lucas (Lc 1:26-37), se conoce como la Anunciación.

Poco después, un Ángel también se aparece a San José en sueño. José había decidido abandonar a la Santa María después de conocer que estaba embarazada. El Ángel le dice que debe de permanecer al lado de su mujer. La Virgen es un ejemplo de pureza y no debe dudar de ella. El Concepción de Jesús en el vientre de María es un designio divido que contó con la intervención del Espíritu Santo. El Ángel le dice a José que debe cuidar a su mujer y al niño que está en camino porque serán el Rey y la Reina del Cielo y la Tierra. 

El Ángel también se aparece para advertir a los Tres Reyes Magos de las intenciones malignas de Herodes. 

Por último, el Ángel advierte a San José que debe de abandonar Belén y refugiarse en Egipto. El pasaje se recoge en el Evangelio de Mateo 2:13-15. San José recibe el anuncio del Ángel y recoge rápidamente a su familia. Debía de abandonar la plaza que le había servido de refugio. En aquel momento, el monarca Herodes ya había dado la orden de matar a todos los recién nacidos de reino. 

 

Más información el mercado de los Belenes y otros artículos religiosos y regalos de Navidad en nuestra tienda online. 

TAMBIÉN TE PUEDE GUSTAR

Brabander.es Blog

Ver todos los comentarios en Brabander.es

Sin comentarios