150 aniversario restauración del Icono Perpetuo Socorro

Iconos Bizantinos | La Virgen del Perpetuo Socorro

Los iconos bizantinos han alcanzado gran popularidad a lo largo de la historia. Son conocidos en todo el mundo por su sencilla belleza y profunda invitación a la búsqueda de Dios. Uno de los más admirados es el Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (también conocido por Icono del Perpetuo Socorro o Icono de la Virgen del Perpetuo Socorro).

Desde el 25 de junio de 2015 al 27 de junio de 2016 celebramos un Año Jubilar para conmemorar los 150 años de dos hechos muy importantes. El primero de ellos es la entrega del Icono del Perpetuo Socorro a las Padres Redentoristas. Acontecimiento que tuvo lugar en 1866 cuando el Papa Pío IX, hoy beato, les dijo “Dadla a conocer” y entregó el Icono a los Padres Michael Marchi y Ernesto Breciani. El segundo, la restauración a la devoción pública del Icono de la Virgen del Perpetuo Socorro.

Para conmemorar este importante acontecimiento D. Juan Manuel del Río ha escrito un libro en el que “colaborar en lo posible a la difusión del conocimiento y devoción a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”. En Artículos Religiosos Brabander queremos ayudar en lo posible escribiendo este texto con información extraída del libro “Icono Perpetuo Socorro. 150 años de la entrega a los Redentoristas, y restauración del ICONO (1866-2016)”.

Arte bizantino, el nacimiento de los Iconos.

La historia del Arte Bizantino y, por consiguiente, del Imperio Bizantino (o Imperio Romano de Oriente) no podría entenderse sin su capital, Bizancio (después conocida como Constantinopla, y actualmente Estambul). Desde su refundación en el año 330 a manos del emperador Constantino, es esta ciudad lugar de celebración de numerosos Concilios de la Iglesia, cuna de importantes Santos y bastión del Cristianismo hasta el siglo XV. Durante esta época el conocido como Arte Bizantino se desarrolla espectacularmente. Cabe destacar la importancia que tuvo Rusia, a raíz de su evangelización en el siglo X, en este proceso.

Es en el año 1453 cuando la ciudad cae en manos de los turcos-otomanos. Con este acontecimiento los artistas, fundamentalmente monjes cristianos, huyen hacia Serbia, Bulgaria, Creta, etc…

Escuela Cretense, mezcla de tradiciones.

La caída del Imperio Bizantino, ocasiona la emigración hacia el oeste de la mayoría de monjes cristianos. Uno de los lugares donde fueron mejor acogidos fue en la isla mediterránea de Creta.

Es en esta isla donde se desarrolla una evolución del estilo bizantino durante los siglos XV y XVII. El nuevo estilo se caracteriza por una mezcla de la tradición latina, con un importante desarrollo en la imaginería religiosa, y la tradición bizantina, centrada en los iconos y la pintura ante prohibición en la Iglesia ortodoxa de  las imágenes de talla.

El Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro se enmarca dentro de las producciones de la Escuela  Cretense. Se estima que su creación fue entre los siglos X y XV.

Iglesia de San Mateo, 300 años de milagros, curaciones y gracias. 

El viaje del Icono del Perpetuo Socorro desde Creta a Roma es una mezcla entre historia y leyenda.

La leyenda nos dice que un mercader sustrajo el Icono de una Iglesia y lo embarco escondido hacia Roma. Después de casi naufragar, el mercader llegó a Roma donde cayó enfermo. Viendo muy próxima la muerte confesó a un amigo que tenía el Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y le pidió que lo llevase a una Iglesia. El amigo le prometió que así lo haría.

La mujer del amigo vio el Icono y quedó prendada de él. La esposa convenció a su marido de que lo dejase en casa. El resultado de la ruptura de la promesa fue la muerte del mercader y de su amigo. A pesar de ello, la mujer mantuvo el Icono en su casa hasta que se produjo un acontecimiento decisivo: la aparición de la Virgen a la hija de la mujer.

En esta aparición, la Virgen dijo a la niña de seis años que el Icono debía ser llevado a la Iglesia de San Mateo, templo menor situado entre las grandes basílicas de Santa María la Mayor y San Juan de Letrán.

El 27 de marzo de 1499, los padres Agustinos, que regentaban la Iglesia de San Mateo, organizaron una procesión para llevar el Icono de la Virgen del Perpetuo Socorro desde la casa hasta la Iglesia. En este trayecto se produjo la curación de un enfermo que tocó el Icono, siendo el primero de muchos milagros que se sucedieron a lo largo de los siguientes 300 años.

Desde la capilla privada a la entrega a los Redentoristas y restauración del Icono.

En el año 1798, Napoleón al mando del ejército francés toma Roma destruyendo gran cantidad de Iglesias y desterrando al Papa Pío VII. Una de la Iglesias destruidas es la San Mateo, pero los Agustinos logran escapar con él y esconderlo en su capilla privada en Santa María in Posterula.

En 1855, los Redentoristas adquieren los terrenos de la antigua Iglesia de San Mateo para edificar una nueva, la Iglesia de San Alfonso. En las indagaciones derivadas de esta obra descubren referencias al Icono milagroso de la Virgen del Perpetuo Socorro. La pintura que había estado oculta al público casi 100 años es localizada gracias al Padre Michael Marchi, perteneciente a los Redentoristas de San Alfonso, que había sido monaguillo en Santa María in Posterula y conocía perfectamente la ubicación del Icono.

El padre General de los Redentoristas, el Padre Nicolás Maurón, sabiendo del deseo de la Virgen de ser expuesta al culto en la antigua Iglesia de San Mateo (ahora de San Alfonso) y conociendo la ubicación del Icono, se dirigió al Papa Pío IX y le solicitó el milagroso cuadro.

El 26 de abril de 1866 los Redentoristas situaron el Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en la Iglesia de San Alfonso donde ha permanecido hasta el día de hoy.

Icono de la Virgen del Perpetuo Socorro, descripción

El Icono del Perpetuo Socorro original está pintado sobre madera. Tiene unas medidas de 53 cm. de alto por 41,5 cm. de ancho.

A pesar de su aparente sencillez, el Icono está lleno de simbolismos y significado. Una preciosa catequesis centrada en el Misterio Pascual: nacimiento, vida, pasión, muerte y resurrección de Cristo.

El fondo es de oro y sobre sobresalen cuatro figuras. La Virgen y el Niño Jesús en el cetro, y en los laterales, los arcángeles Miguel y Rafael. Además podemos ver las abreviaturas de los nombres escritos en griego.

Los pliegues de los ropajes están claramente marcados por líneas de color oro.

La Virgen está representada de pie pero solo podemos apreciar medio cuerpo. Viste túnica roja y un manto azul marino con vueltas verdes. Lleva una redecilla que recoge su pelo de color verde. Sobre la frente lucen dos estrellas doradas. Las coronas de la Virgen del Perpetuo Socorro y del Niño Jesús no estaban en el cuadro original, son regalos del Capítulo Vaticano para su coronación canónica.

La Virgen mira al espectador con ojos de tristes, conocedores del sufrimiento que está por venir, pero también llenos de esperanza. Nos mira esperando que nos acerquemos a ella en busca de consuelo, como una madre consuela a su hijo, como la Iglesia consuela a sus fieles.

El Niño Jesús descansa en el regazo de su Madre. Agarra con fuerza la mano de la Virgen porque algo le ha asustado. Está representado justo en el centro del cuadro y podemos ver su cuerpo entero. Viste túnica verde con cinturón púrpura. Le cubre el hombro un manto marrón claro. Uno de los detalles de mayor simbolismo del cuadro es la sandalia del Niño Jesús, la sandalia que casi se cae pero permanece unida al pie por una pequeña correa. Se representa de este modo que siempre queda una esperanza, que desde el punto de vista teológico es la Iglesia, en la que siempre encontraremos protección y amor.

San Gabriel sostiene una cruz griega de doble travesaño y cuatro clavos, símbolos de la Pasión. San Miguel, la lanza y la esponja, también símbolos de la Pasión.

 

 

Si te ha parecido interesante esta pequeña introducción te recomendamos el libro “Icono Perpetuo Socorro. 150 años de la entrega a los Redentoristas, y restauración del ICONO (1866-2016)”, muy entretenido y de fácil lectura. Puede adquirir un ejemplar por el simbólico precio de 5 € en nuestra tienda de productos religiosos en Lugo, poniéndote en contacto con  D. Juan Manuel del Río o escribiendo a jolugore@gmail.com.

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